ESTE JUEVES UN RELATO
22 junio 1978, Santiago
de Chile, en pleno invierno
Sentada a las
orillas de mi cama, hoy te recuerdo sin querer, con tanta alegría y nostalgia,
que siento que mi corazón explota dentro de mi pecho y sin saber por qué….
Mi querido niño,
mi amado hombre pez, de océanos infinitos del cual me enamoré, te escribo esta
carta, anunciando mi partida, pues sé, que algún día he de desparecer, quizás
mucho antes que ayer, más cuando pienso en ti, creo y siento que vuelvo a
nacer, muchas veces con ese dolor inmenso, de las heridas que hasta hoy me
dejaste, desde aquel ayer, aún te amo y lo sabes muy bien, pues eternamente te
amaré, ya que nos hemos conocido desde mucho antes, cuando nuestras almas en
otra vida danzaban juntas sin saber, y en esta vida, amor mío nos hemos
encontrado, quizás sin querer, es cierto, nunca te busque, simplemente nos
encontramos en aquella calle, una tarde de verano, quizás, nos estábamos
buscando sin saber, más aún yo sabía muy bien, que eras tú, el que iba
aparecer, quizás con un nuevo rostro, con otro nombre, otro cuerpo, pero sí, la
misma esencia y…. la misma piel, no, no
me preguntes por qué, sí, simplemente sabía que iba a suceder, nunca supe
cuándo, ni por qué, pues tu alma y la mía aquella tarde de verano, simplemente,
se reconocieron sin saber, con mi nombre en tus labios y tu voz dentro de mi
ser, sí, amor mío, siempre te he amado y eternamente te amaré y sé, que en otra
vida, sí, nuevamente te encontraré, aun cuando tú no me busques, simplemente yo
te encontraré, sí, eso lo sé muy bien, el universo a confabulado para que tal
vez, nos encontremos una, una y otra vez, hasta finalmente desaparecer…. No sé
cómo explicarlo, pero sé muy bien que te encontraré, mi querido niño, mi amado
hombre pez….
Eternamente tuya
Lady Mariane
Hola María, como estas? tienes que cambiar el enlace, no es Molí la que conduce esta semana.
ResponderEliminarTe dejo el enlace: https://deshojandorelatos.blogspot.com/
Después paso a leerte con toda la atención:)
Un abrazo amiga :)
Un amor eterno, el que nos dejas reflejado en ese niño, hombre pez. No importa su reencarnación, le seguirás amando siempre.
ResponderEliminarUn besote.
Efectivamente, un amor infinito, para siempre! Toda la carta da sensación de certeza y eternidad! Me ha llamado la atención la expresión de "hombre pez"! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarCon reencarnación o sin ella, el amor les hará encontrarse una y otra vez hasta, quizá, desaparecer ambos en la profundidad de las aguas donde vive el hombre pez.
ResponderEliminarAplaudo tu participación. Felicidades.
Saludos.
Como un pez que se resbala de las manos, ese hombre, ese amado, ha dejado huella sembrada que seguramente seguirá renaciendo en nuevas vidas. Buen aporte, María. Un abrazo
ResponderEliminarSi existe la reencarnación, estoy seguro que volverá a encontrarse con su hombre pez. El amor es capaz de trascender el momento de la muerte.
ResponderEliminarApasionada carta, un amor sin fin, un amor de eterno retorno. Hermoso. Abrazos, María.
ResponderEliminarMuy emotiva esa carta. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus comentarios, el amor en estas fechas simplemente nos abraza
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